top of page

“El arte de amarse a uno mismo”

Escuché esta frase hoy y creo que la sentí tan real, más que nada en este momento de mi vida. Amarme a mí misma, sin duda se ha vuelto un arte para mí; porque no se imaginan lo mucho que me ha costado. Tal vez esto antes no me preocupaba o no lo percibía porque las prioridades eran otras en mi vida. Sin embargo, al crecer y tener que enfrentar silencios donde me encontraba sola, me di cuenta que me dolía mi compañía, no me gustaba, me sentía incomoda y me generaba cierto estrés y ansiedad. Ahí me di cuenta que amarme y disfrutarme realmente era un reto más que un placer para mí.


Cuando me encontraba en silencios emocionales corría a buscar la compañía de cualquier persona; con suerte la presencia de algunos me construía, pero en otras ocasiones la de otros me destruía y me dejaban la sensación de estar más sola que nunca. Es un camino difícil descubrir en estos conflictos que a lo que se le huye es a la presencia de uno mismo, y se evita esa verdad a toda costa buscando distractores en vez de enfrentarlo; pero en algún momento será inevitable cuestionarse el por qué cuesta tanto amarnos e intimar con nosotros mismos.


En mi historia de vida llevé un par de años dentro de estos procesos de ansiedad donde no entendía el por qué mi profunda tristeza en estos momentos de soledad. Buscaba compañía de personas que no necesariamente quería acompañarme en mis momentos oscuros, y al recibir su rechazo terminaba más mal de lo que estaba. Lo que no me daba cuenta era que el rechazo que más me dolía era el que yo me estaba teniendo a mí misma. Cuando decidí buscar ayuda comencé a ser consciente de estas cosas y ver lo mucho que me cuesta tenerme. Me comencé a sentir mejor cuando me comenzaba a interesar por mí. Creo que el buscar ayuda fue mi primera muestra de amor propio, ya que era un espacio mío, que me pagaba y tenía para comenzar a conocerme y reconciliarme conmigo misma. Fue bueno, y descubrí muchas cosas de mí que me dolieron MUCHISIMO, pero que eran necesarias externalizar para poder hacer algo.


En ocasiones pienso que el “amor propio” también es un concepto moderno que se ha prostituido, y ha servido para dar un falso empoderamiento en las personas para salir de una relación (de cualquier tipo). Post o reflexiones en redes como “le quedé grande” o “tenía que dejarte ir para salvarme yo” abundan en redes sociales, acompañado de ese escueto realce que nos damos haciendo mierda al que “nos hizo daño”; esto es tan débil como el “amor” que han “desarrollado”. Lo más seguro es que cuando tengan la oportunidad de estar con alguien, posiblemente caerán con alguien igual o peor que la persona anterior. Por esto, el amo propio no debe ser basado en un evento sino en una nueva manera de vivir, donde sea quien sea que este en nuestra vida o no, podamos ser capaces de marcar ese límite de dónde comenzamos nosotros de forma autónoma con ese desarrollo continuo de tenernos y cuidarnos. Es un verdadero reto porque depende en ocasiones de cómo nos enseñaron a amar en nuestra infancia, y si no recibimos el cuidado e interés, seguramente no entenderemos de grandes qué es sentirse amado o cuidado buscando únicamente lo que conocemos, el caos.


Que amarnos se convierta en ese esfuerzo diario de mantener una relación con nosotros mismos en cualquier contexto que nos encontremos. Sigámonos eligiéndonos en los momentos de extrema felicidad como en los oscuros y de profunda tristeza. Dediquémonos citas a solas para conocernos y descubrir cosas de nosotros mismos, guardemos silencio para comprendernos y también para escuchar lo que está a nuestro alrededor y nos genera paz.




 
 
 

Comments


©2020 por Daniela Cornejo. Creada con Wix.com

bottom of page